sábado, 25 de abril de 2015

CÉSAR REYES, UNA CHARLA SOBRE "ANTIGUOS ASTRONAUTAS"



A pocos días del cumpleaños número 80 de Erich Von Daniken, paladín de la teoría de los Antiguos Astronautas y coincidiendo con la masiva repercusión que ella tiene en las series documentales televisivas, así como la extensa información que nos propone Internet, nos debíamos una entrevista con César Reyes de Roa, máximo exponente de estas ideas en Argentina (http://www.antiguosastronautas.com/)

1-¿Para empezar por el principio, cuándo  y cómo te topaste con la idea de los “Antiguos Astronautas”?

Yo tendría más o menos unos 15 años cuando leí “El Retorno de los Brujos”, de Pauwels y Bergier, el libro que despertó mi más temprana curiosidad por esas cosas que no encajan del todo en el devenir histórico de la humanidad. Y no mucho después, cuando llegó a mis manos “Recuerdos del Futuro”, de Erich von Däniken,  comencé a conjugar con mi interés inicial la provocativa idea de los “Antiguos Astronautas” como una explicación posible; y así seguí con Andrew Tomas, Charroux, Kolosimo y etc., dándole mayor  importancia a las preguntas y a las dudas antes que a las supuestas verdades inconcusas, pero sosteniendo siempre que la idea de las paleovisitas extraterrestres debe ser considerada en su justa medida, simplemente como una hipótesis de trabajo. 

2-Como miembro de la AAS, tuviste oportunidad de estar siempre actualizado con los investigadores y con las investigaciones en este campo, un privilegio y una gran ventaja, ¿no es así?

Así es, en efecto. The Ancient Astronaut Society (AAS) fue fundada en septiembre de 1973 por el Dr. Gene M. Philips, un prestigioso abogado de Chicago. La idea de esta sociedad nació en Philips a partir de un programa de televisión dedicado al primer libro de von Däniken, que en los Estados Unidos se conoció como “Chariots of the Gods?”, y de inmediato el mismo von Däniken se sumó al proyecto que finalmente acabó siendo una reconocida institución de estudio y discusión sobre la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres, con el aporte de memorables trabajos de los mejores autores en este campo, que eran publicados en el boletín oficial Ancient Skies, en su versión en inglés o bien en alemán. Sería imposible mencionar aquí la extensa lista de artículos que colaboraron en la consolidación del marco teórico de los Antiguos Astronautas, pero puedo mencionar a modo de ejemplo la publicación, en 1982, de la síntesis de la investigación de Peter Krassa y Reinhard Habeck sobre el intrigante bajorrelieve del Templo de Hathor en Dendera, Egipto, que recuerda el aspecto de bombillas eléctricas; algo que hoy por hoy cualquier lector en el mundo conoce y puede ver en algún sitio web, pero que en aquella época (cuando todavía no existía Internet y nuestro planeta parecía mucho más grande a los efectos informativos) era ignorado fuera del círculo de los investigadores mejor informados. De hecho, buena parte de mis artículos  publicados en los años 80 en la revista Cuarta Dimensión o bien en otros medios como el semanario Flash y etc., surgieron de la excelente fuente de información que era Ancient Skies. Y debo decir también, con mi profundo agradecimiento hacia ellos, que mucho después de la desaparición de AAS, varios de esos verdaderos pioneros, tuvieron mucho que ver, con su desinteresado y continuo apoyo, en la creación y crecimiento dem www.antiguosastronautas.com, que lleva ya 11 años ininterrumpidos online.

3-También trabajaste en la ya mítica revista Cuarta Dimensión, dirigida por Fabio Zerpa. ¿Cómo conociste a Fabio, que recuerdos importantes conservas de esa etapa?

A Fabio lo conocí hacia fines de los 70 o principios de los 80, en un Simposio o algo por el estilo; pero apenas intercambiamos unas palabras, de modo que ni él ni yo nos acordamos bien de eso. Sí recuerdo, sin duda, que fue a comienzos de 1983 cuando conversamos largamente los dos, en la sede de ONIFE, sobre mi idea de llevar a cabo el “1er. Congreso Argentino de Astroarqueología” en 1984.  Y me animo a decir que fue a partir de ese momento que nació esa empatía recíproca entre nosotros, que luego se convirtió en una auténtica amistad que perdura hasta hoy. Y en lo que a mi paso por la revista Cuarta Dimensión se refiere, tengo por supuesto el mejor recuerdo. En verdad, no puedo menos que sentirme un privilegiado por haber formado parte del equipo de una revista sobresaliente como esa, que fue un hito en el mundo de habla hispana. Trabajé después de eso en otras revistas, pero en ninguna se respiraba esa verdadera pasión por la investigación que flotaba naturalmente en el ambiente de Cuarta Dimensión, producto sin duda de esa contagiosa dedicación al estudio y trabajo que siempre tuvo y tiene hasta hoy Fabio.
4-Es mi obligación realmente, como entusiasta de la “Ancient Astronaut Theory”, reconocerte como “el” referente de esta teoría en nuestro país, ya que seguía tus artículos en las revistas, sabiendo también que  organizaste los únicos 2 congresos sobre este tema en la Argentina. Me gustaría que me  cuentes sobre los congresos, ¿quiénes participaron, dónde, fueron satisfactorios?

Ante todo, agradezco mucho tus generosas palabras sobre mi trabajo. En efecto, los congresos de Astroarqueología significaron de algún modo un gran avance en tanto y en cuanto pusieron a la Argentina en el primer lugar de Latinoamérica en difundir la hipótesis del Antiguo Astronauta en eventos de tales características. El primero se realizó en 1984, en la Ciudad de Buenos Aires, y el segundo, en Rosario, Santa Fe, se llevó a cabo dos años después, en 1986. Y en ambos casos el resultado fue enteramente satisfactorio, tanto por la gran calidad de los trabajos de los disertantes como por la dinámica respuesta del público, que no se limitaba exclusivamente a los investigadores ya que en los dos las puertas se abrieron al interés general. Han transcurrido ya algo más de 30 años de aquel primer congreso, y todavía hay quienes lo recuerdan como una suerte de hito. Pero, la verdad es que nada de esos memorables eventos hubiese sido posible nunca sin el absoluto apoyo que me brindaron por ese entonces varios renombrados colegas y amigos, entre los que destaco especialmente a Fabio Zerpa, Pedro Romaniuk, Roberto Banchs, Carlos Ferguson, Emilio Álvarez Ojea y Cándido Víctor del Prado.

5- a) Hace pocos días el mentor de la teoría, Erich von Däniken, cumplió 80 años (hice en el blog una recordación de su legendario primer libro Recuerdos del Futuro). ¿Tuviste en esos años como miembro de la AAS, contacto y comunicación con él?

Sí, claro, he estado en contacto con él varias veces. No llevo la cuenta, desde luego, pero por una u otra razón hemos mantenido correspondencia cada tanto. De hecho, recuerdo bien que fue durante 1985 cuando llegamos a conversar sobre la posibilidad de realizar en Buenos Aires, en 1986, un congreso de The Ancient Astronaut Society; e incluso estuve a punto de viajar ese mismo año a Zúrich, Suiza, al evento que organizaba la Sociedad en el Nova Park Hotel de esa ciudad, para avanzar más concretamente en el tema con él y Gene Philips. Pero, lamentablemente, la inflación que por entonces había en Argentina nos impedía establecer costos, fijar precios de hotelería y etc., cosa que, en definitiva, nos obligó a abandonar la idea.

b) Si tuvieras que hacer un resumen sobre von Däniken y sus investigaciones tantos años después de su primera obra, ¿qué me dirías?

Más allá de los aciertos y errores que tiene toda investigación, y de la pobreza intelectual que encierran, además, las críticas basadas en un argumentum ad hominem, me gustaría responder a tu pregunta con las palabras de Albert Einstein: “Si una idea no es absurda al principio, entonces no merece la pena”. Y también, sin querer abusar aquí de las citas, podría agregar, siguiendo a Henry David Thoreau, que: “El hombre con una idea nueva es un chiflado.... hasta que la idea tiene éxito”.   
6-Hoy en día la teoría pareciera recuperar un entusiasmo importante gracias a Internet y sobre todo a la serie Ancient  Aliens, con Giorgio Tsoukalos a la cabeza. En mi opinión, la primera temporada fue impecable, luego se fue “contaminando” con variopintas teorías ufológicas y conspirativas, ¿cuál es la tuya?

Coincido contigo. No me animo tal vez a ser tan concluyente como para decir si eso fue a partir de la primera o la segunda temporada, porque quizá algunos capítulos de las siguientes temporadas pueden llegar a ser ilustrativos en parte; pero es muy cierto que con el paso del tiempo se ha ido rizando el rizo hasta arrancar finalmente el mechón. Con esto quiero decir que esa mezcolanza de temas resulta ser por lo visto funcional al criterio de producción del programa, y es evidente que los televidentes lo pasan de largo sin darse cuenta siquiera, pero es de lamentar que ese desvío del escenario central de las paleovisitas ET sea en menoscabo del estricto marco teórico, lo cual genera por consiguiente una confusión babélica en el gran público.  
7-Me gustaría saber tu opinión sobre la idea de que seres extraterrestres de los considerados actualmente “grises” intervinieron en nuestra historia (algunos teóricos de los antiguos astronautas así lo refieren), yo no lo veo tan claro.

Pues, la verdad es que yo tampoco lo veo claro en absoluto. El supuesto aspecto de los “ET grises” viene de los testimonios recogidos por la Ufología especialmente a partir de 1966, cuando la revista norteamericana “Look” ilustró con dibujos de seres de cabeza grande y ojos almendrados un artículo sobre el supuesto secuestro por extraterrestres del matrimonio de Barney y Betty Hill. Así, se pasó en ese entonces de la idea de los “enanitos verdes” a los “hombrecitos grises”, sin escalas.  Y para colmo, esos “grises” se hicieron definitivamente populares una década después cuando, en 1977, el director Steven Spielberg los puso en la recordada escena  final de su ya clásica película Encuentros Cercanos del Tercer Tipo.  Por ejemplo, desde hace largo tiempo circula por Internet la idea de que una figura que aparece en un mural de la tumba del consejero egipcio Ptah-Hotep, en Saqqara, representa a uno de tales “ET grises”, la cual es sin duda una interpretación producto del excesivo entusiasmo y profundo desconocimiento. En lo personal, publiqué en 2008 un artículo al respecto (“El “extraterrestre” y la flor de loto”) donde demuestro que ese supuesto “gris” no es en realidad otra cosa que una flor en un jarrón.

8-¿Creés que desde su origen hasta hoy, la teoría ha evolucionado con nuevos descubrimientos, con nuevas investigaciones?; la pregunta es en base a que según la teoría, gracias a la visión que recién ahora tenemos - en nuestra época tecnológica y científica-  podemos interpretar ese legado extraterrestre.

Si entendemos que corregir errores es evolucionar, entonces diría que sí hemos avanzado en ese sentido. Y por lo demás, el avance tecnológico ha permitido reforzar algunas interpretaciones, y pongo un ejemplo: los personajes alados, ya sean dioses, ángeles o demonios, son parte importante de la iconografía del mundo antiguo; pero la primera idea para explicar el porqué de esas alas apuntaba a lo simbólico, es decir el ala era un atributo que significaba “volar o desplazarse por el aire” sin que necesariamente se tratara de una parte real del cuerpo del individuo. Ahora bien, resulta ser que la aparición de dispositivos voladores portátiles de alta tecnología para uso militar, como el “Gryphon” de la empresa Spelco, que es un ala delta de 1,5 metros de envergadura con dos turbojets que pueden propulsar al piloto en el aire unos 200 km, permite una nueva mirada sobre aquellos personajes alados de antaño. De hecho, hace unos años ya, escribí al respecto un artículo titulado “¿Utilizaban las antiguas deidades aladas un dispositivo volador?”

9-¿Cuáles serían según tus conocimientos, los mejores indicios (ya que no contamos –todavía- con la prueba definitiva), sobre la visita de los “dioses astronautas”?

Yo siempre he coincidido con el concepto del gran historiador de las religiones Mircea Eliade con respecto a la historia verdadera que subyace en el mito. Y en tal sentido hay muchas referencias interesantes como, por ejemplo, Quetzalcóatl para los aztecas, los espíritus Kachina de los indios Hopi de Arizona, o bien Oannes en Babilonia, etc. No obstante, la leyenda de la tribu Kayapó de Brasil sobre Bep-Kororoti se lleva la palma a mi entender. Los indígenas se refieren a este extraño personaje sin medias tintas, diciendo que vino del Universo y que vestía un raro atuendo que lo cubría por completo y portaba un bastón que lanzaba rayos; y finalmente relatan que su partida fue entre nubes llameantes y truenos. Pero además de la claridad y contundencia de esta leyenda que nada deja librado a la imaginación, los Kayapó celebran cada tanto una ceremonia festiva en honor de su legendario héroe, la cual mi recordado amigo João Américo Peret, uno de los grandes indigenistas de Brasil, tuvo oportunidad de presenciar y fotografiar en 1962. La vestimenta ritual para esa fiesta es un abultado traje de paja que cubre el cuerpo de pies a cabeza, cuyo parecido con el de un moderno astronauta es sencillamente sorprendente. También considero un indicio muy importante el minucioso relato que hace el profeta Ezequiel en su libro del Antiguo Testamento. La descripción del objeto, primero en el cielo y luego en el suelo, detallando esas singulares ruedas que inspiraron al Ing. Josef Blumrich el diseño de una rueda multidireccional que obtuvo patente estadounidense en 1974, es sin duda un testimonio que merece toda la atención. Podría también mencionar varias pinturas rupestres que me parecen especialmente llamativas, como las de los nativos norteamericanos en el Estado de Utah, o las que representan a los dioses Wandjina de los aborígenes australianos o bien las de los “cabezas redondas” de Tassili. De hecho, los indicios que podría señalar son muchos y variados, pero me extendería aquí demasiado.

10-Para finalizar, ¿creés que algún día, cercano o lejano, se encontrará esa prueba definitiva, en algún yacimiento arqueológico o pensás como algunos (entre los que me incluyo), que dicha prueba está en nuestra genética y es ahí donde se probará de una vez y para siempre que poseemos un código extraterrestre?

Uno espera desde luego que algo así suceda tarde o temprano. Un hallazgo  ideal como podría serlo un artefacto de inexplicable procedencia, y mejor aun si resulta ser de indiscutible tecnología ajena a la nuestra. ¿Quién sabe? Tal vez no se encuentre en la Tierra, pero daría igual si el descubrimiento se produjera en Marte, la Luna o cualquier otro sitio del Sistema Solar. Ahora bien, si acaso la ansiada prueba está en nuestra genética, me parece que sería  imposible su demostración. La idea de la ingeniería genética, la mutación artificial controlada, llevada a cabo por alienígenas para la creación del ser humano ha sido desarrollada y defendida especialmente por Erich von Däniken y Zecharia Sitchin, y en cambio otros la ven con cierta reserva, como mi amigo Vladimir Rubtsov que la señalaba como la “versión extrema de la hipótesis de la paleovisita”; pero más allá  de las opiniones, el problema será la demostración. Pongamos por caso la polémica entre los darwinistas y los creacionistas, o defensores del Diseño Inteligente, con respecto al llamado “ADN basura” (el ADN que no codifica proteínas). Por supuesto, por razones de espacio no me extenderé en la explicación de las funciones de ese ADN, pero vamos a suponer que la discusión finalmente inclina la balanza a favor de la hipótesis del Diseño Inteligente y sustituimos acto seguido la idea de Dios como creador por la del “dios/astronauta”. Sin la presencia física de ese “padre alienígena” ningún análisis comparativo de ADN es posible, de modo que continuaríamos con las manos tan vacías como antes.


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