domingo, 25 de julio de 2010

APARICIONES EN LA RUTA

En esta ocasión, contaré un suceso que, pese a haberle ocurrido a varias personas en el mundo, no deja de ser realmente extraordinario. Con la premisa de escribir, dentro de lo posible, sobre cosas que hayan ocurrido en mi país, y sobre todo a personas que conozco, relataré en forma de crónica lo que le sucedió a un amigo y compañero de trabajo, llamado Gustavo. Con la ventaja (para mí) de saber que el hecho fue real, quisiera que los lectores me ayuden a interpretar la naturaleza de estos fenómenos. He aquí el relato:
Fines de los años ’90, en la provincia El Chaco (Argentina); más precisamente en Puerto Bermejo. Gustavo regresaba una madrugada conduciendo su automóvil con su tío como acompañante. Iban del Nuevo al Viejo asentamiento (aproximadamente 5 kms.); ya estaba por amanecer cuando Gustavo ve al llegar a un viejo puente -a mitad de camino-, una persona vestida toda de blanco: camisa, jeans y con ojotas como calzado. Sus rasgos eran los de un lugareño chaqueño común entre treinta y cuarenta años, con barba de tres días, un poco canosa. Esta “persona” les hace señas con sus manos, como pidiendo ser llevado. Gustavo detiene su coche (en esos momentos su tío estaba durmiendo), y el “hombre” sube por la puerta de atrás, oyéndose el sonido producido al cerrar dicha puerta, sin mediar palabra. A los pocos minutos el tío de Gustavo despierta y se da cuenta que en la parte trasera del coche se encuentra esta “persona”. Sin extrañarse -porque en los caminos de los pueblos es muy común acercar a los lugareños que andan a pié a donde se dirigen- no le presta mayor atención. Pero al llegar a la entrada del pueblo del Viejo asentamiento, Gustavo gira su cabeza para preguntarle a esta “persona” , en qué lugar quiere que lo dejen, ocurre lo inexplicable: ya no había nadie en los asientos de atrás del vehículo, este “ser” desapareció sin dejar rastros. Ambos muchachos se miraron realmente muy asustados, preguntándose qué había pasado, cómo pudo desaparecer así de la nada, sin hacer ningún tipo de ruido en el caso de haber abierto la puerta. Nerviosamente regresaron por el camino, pero no apareció ninguna pista del extraño acompañante.
Ya en sus hogares, comentaron lo sucedido con algunos familiares y conocidos. Varios de ellos (importante detalle) les contaron que sobre ese camino, las personas más antiguas del pueblo, contaban desde hace muchos años, historias de accidentes inexplicables y seres que se aparecen a los viajeros. Hasta aquí el relato de lo sucedido a mi compañero.
Más allá de posibles explicaciones racionales, quiero hacer notar la reacción de él, cada vez que cuenta lo vivido: se emociona, se erizan los pelos de sus brazos, siente algún tipo de temor y no quiere recordar mucho el suceso.
Probables explicaciones: ¿tal vez espíritus de los fallecidos en accidentes violentos? ¿Almas que no pudieron encontrar el camino de partida, por sufrir una muerte violentamente inesperada?
¿Alucinaciones colectivas por sugestión? Aquí recalco que esta “aparición” fue observada por dos personas sin ningún tipo de sugestión previa, quiero decir, todavía no conocían esas viejas historias del lugar, ni tampoco esperaban experimentar algo de esa naturaleza, o sea, los tomó de sorpresa. Interesante historia ¿no
?